Siempre estamos empezando de nuevo. No sólo al comenzar un nuevo año, o al termino del verano , empezar un nuevo curso. No. Siempre es un eterno inicio.
Nos da pereza al principio pensando que no seremos capaces de afrontar los desafíos, el trabajo por hacer. Nos acobarda tanto el esfuerzo, que nos gustaría seguir cobijados en la cama o hundidos en el sofá. No salir al frío, no cansarnos.
Pero una vez comenzada la labor, minuto a minuto nos vamos calentando, como si de un entrenamiento eterno se tratara, vamos “haciendo” lo que debemos, lo que podemos.
Maravilloso verbo el “hacer”. Encierra todo el trabajo dela Humanidada través de los siglos, el motor del Universo, cualquier acción por pequeña que sea .
También el “hacer” nos ayuda siempre a olvidar los malos momentos, los problemas y las dudas sobre el futuro. Ya lo dijo Serrat en aquella canción: “prefiero hacer a pensar”.
Sin restar importancia al pensamiento , prerrogativa del hombre (y sobre todo de la mujer), encaremos este nuevo año con una disposición especial , por las circunstancias de la crisis, a HACER todo lo que debamos y un poco más . Sin comparar si el vecino hace menos que nosotros. La sociedad será mejor. Seguro.
nitodolocontrario 