Es extraño, pero hoy no tengo palabras…
He visto su cara, y su mirada perdida ante tanta gente asomada a su cuna, y me he quedado sin rima ni estrofa. Sin verbo, sin voz.
La delicadeza elevada a la enésima potencia, la dulzura personificada, el amor más puro.
¿Cómo un ser tan pequeño es capaz de generar tanta armonía a su alrededor, de hacer que todo lo negativo se convierta en algo diminuto, que desaparezcan los problemas por un instante, y sólo queramos mirarle durante horas,… durante días…
Maravilloso ser…